
El sábado fui con Doña Cuquis y me siento otra. No pude escuchar al árbol, pero estoy segura que algo me dijo porque después de un rato, ya no estaba tan triste. Hasta sentí hambre y cuando regresé a casa pude estudiar para el examen.
Hoy cuando vi que Chio estaba afuera del salón esperando a alguien ni me enojé; ni siquiera la miré. De repente oí que llamaba a La ratita y le dijo que si quería, podíamos estudiar todas juntas mañana en la escuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario