Es toda una experiencia hacer departamentales, ver como le brotan los nervios a mis compañeros, se enojan y empiezan a deprimirse; es padrísimo. Te sientes como espía de la naturaleza. Cuando salieron los primeros del examen de Patología, se pusieron cabizbajos y, como dijo Pancho: "Es el momento en que quieres que te trague la tierra”.
Antes del exámen me la pase estudiando, aprendiéndome letra por letra del libro para que me fuera bien. A mamá y Doña Cuquis les gustó que estudiara. Dijeron que era buena idea y que me iría muy bien.
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