Capitulo 19: Sábado 10 de Mayo

¿Que voy a hacer? Hoy es un día especial y no se que le voy a regalar a mi mamá y a Doña Cuquis. Dr.Horse no puede ayudarnos; dice que esta muy ocupado pero lo he visto con Chio. Parece como si esa bruja lo tuviera hechizado. Pero la tarea de La ratita es convencerlo.

Creo que si no se me ocurre nada, le regalare un pequeño detalle de un viaje a Cuba que realizo un gran maestro y que me trajo un presente. Manos a la obra.

Capitulo 18: Viernes 9 de Mayo

Ya estamos en examenes y como no estoy bien en una materia, nos reunimos La ratita, Mariana, Cansi y yo para ver si entendíamos mejor juntas, pero nada.

Y que se me ocurre una buenísima idea: pedirle a nuestro Profesor querido que nos explicara. La ratita quedó en pedirle que venga mañana; le dijo que es un asunto de vida o muerte. ¡Ay, Mairim, qué inteligente eres!

Capitulo 17: Jueves 8 de Mayo

Hoy fuimos La ratita y yo a hablar con Pancho y su novia Pueblerina. Después de la clase de nutrición, estuvieron a punto de escaparse pero los alcanzamos. Ambos son muy flojos y aparte prepotentes y discriminadores, resulta que una compañera nuestra, la wherever que es enfermera le toco ayudarlos pero éstos la despreciaron por no ser de medicina.

Me caen mal porque siempre tienen comentarios ofensivos y suelen empezar peleas. Yo creo que es porque tienen cosas de marca y están acostumbrados a darse vida de ricos aunque no lo sean.

Lo cierto es que de un tiempo a esta parte, después de reprenderlos y asegurar que trabajarían en paz, nos retiramos La ratita y yo a descanzar; fue un dia pesado.

Al llegar a casa se lo conté a mi mamá y a Doña Cuquis. Mamá dice que las personas hipócritas como Pancho y su novia Pueblerina no valen la pena, aunque hay que hacecelos amigos y no enemigos para futuros contactos e influencias, veré como arreglo esto. Algo tengo que hacer.

Capitulo 16: Miércoles 6 de Mayo

La maestra de nutrición dijo que los martes los dedicaríamos a planear una degustación de comida. Nos propuso que hiciéramos los platillos nosotros mismos, que buscáramos unas recetas fáciles y sabrosas que quisiéramos compartir con los demás. Los chavos enseguida empezaron a protestar: que ellos no se metían a la cocina, que esas son cosas de mujeres; que ni a sopas instantáneas o emparedados llegaban pero la maestra les dijo que ellos podían preparar alguna ensalada, que es más fácil, y que la comida es asunto de todos.

Yo quedé como la encargada de organizar la degustación de ese día, comentarlo después con todo el grupo y repartir tareas, junto con Mariana, La ratita, Pancho y Chio. ¡Qué mala suerte!

Creo que va a ser una clase maravillosa.